En la Biblia, específicamente en el libro de Mateo capítulo 7 versículos 15 al 20, Jesús advierte a sus seguidores sobre los falsos profetas que se presentan como ovejas pero en realidad son lobos rapaces. Este pasaje es conocido como la parábola de los lobos vestidos de ovejas.

El mensaje de Jesús

Jesús comienza este pasaje haciendo una advertencia clara: guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces (Mateo 7:15). Jesús nos enseña que no debemos dejarnos engañar por aquellos que aparentan ser buenos y piadosos, pero en realidad tienen malas intenciones.

Es importante destacar que Jesús no está hablando de lobos literales o animales, sino de personas que se presentan como seguidores de Dios pero en realidad tienen malas intenciones. Estos falsos profetas pueden ser líderes religiosos, maestros o cualquier persona que intente engañar y desviar a los creyentes.

¿Cómo reconocer a los lobos vestidos de ovejas?

Jesús nos da una pista clave para reconocer a los falsos profetas: por sus frutos los conoceréis (Mateo 7:16). Es decir, debemos observar las acciones y el carácter de una persona para discernir si es verdaderamente un seguidor de Dios o solo está fingiendo.

Un árbol bueno da buenos frutos, mientras que un árbol malo da malos frutos. De la misma manera, una persona genuina que sigue a Dios producirá buenos frutos en su vida, como amor, bondad, paciencia y humildad. Por otro lado, aquellos que son falsos profetas mostrarán malos frutos, como engaño, egoísmo y malicia.

Tener en cuenta que nadie es perfecto y todos fallamos en ocasiones. Sin embargo, Jesús nos está advirtiendo sobre aquellos que consistentemente muestran malos frutos y cuya intención es engañar y perjudicar a otros.

La importancia de la discernimiento

En este pasaje, Jesús nos insta a ser cautelosos y a tener discernimiento. No debemos aceptar ciegamente las palabras y acciones de aquellos que pretenden ser seguidores de Dios, sino que debemos examinar su carácter y sus frutos.

Además, Jesús nos enseña que debemos ser cuidadosos con nuestras propias acciones y actitudes. No debemos juzgar a los demás de manera hipócrita, sino que debemos ser conscientes de nuestras propias faltas y buscar corregirlas antes de señalar las faltas de los demás.

Asimismo, Jesús nos anima a pedir, buscar y llamar a Dios en oración. Nos asegura que si pedimos, recibiremos; si buscamos, encontraremos; y si llamamos, se nos abrirá (Mateo 7:7). Esto nos muestra la importancia de confiar en Dios y depender de Él en todo momento.

El pasaje de los lobos vestidos de ovejas en la Biblia nos enseña sobre la importancia de discernir y no dejarnos engañar por aquellos que pretenden ser seguidores de Dios, pero en realidad tienen malas intenciones. Jesús nos insta a observar los frutos de una persona y a buscar la verdad en oración.

Es esencial recordar que todos somos humanos y podemos cometer errores, pero debemos estar atentos a aquellos que consistentemente muestran malos frutos y buscan engañar a otros. Al confiar en Dios y buscar su tutorial, podemos evitar caer en las trampas de los lobos vestidos de ovejas y seguir el camino verdadero.

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