La indumentaria durante la Edad Media en Occidente fue influenciada por el cristianismo, las invasiones bárbaras y musulmanas, así como por la evolución de la vestimenta romana y bizantina. Durante esta época, se abandonó gradualmente la toga romana y se popularizó el uso de túnicas y pantalones ajustados llamados bracca. Además, se desarrollaron capas, mantos y manteos para los hombres, y sayas y tocados para las mujeres.
Influencia bizantina
La moda bizantina trajo consigo la influencia oriental en Europa, con prendas amplias y mantos bordados con plata y pedrería. Estos trajes eran muy populares en las ceremonias, mientras que el pueblo comúnmente usaba calzas, túnicas y mantos. En la península ibérica, se conocían como striges si eran finas y listadas, y borda si eran de tela más gruesa.
Influencia musulmana
La invasión musulmana también dejó su huella en la vestimenta de las zonas conquistadas. Se adoptaron prendas como los zaragüelles, hábitos largos, fajas, turbantes y otros tocados de inspiración oriental. Una prenda común de origen morisco en la Europa mediterránea fue la aljuba, una especie de gabán ajustado en los brazos y a la cintura, con botones a lo largo de las mangas.
Indumentaria en la península ibérica
En la península ibérica, la vestimenta masculina se caracterizaba por el uso de túnicas superpuestas, como la túnica, el loba o sayo sin mangas, y la camisa. La pieza superior era el brial, que se adornaba con bordados y se abrochaba con botones. Desde mediados del siglo XV, se redujeron los faldones del brial y se combinaron con calzas enteras. Otras prendas como el bambezo, gunapié, gonela y ciclatón también se usaban en la Edad Media.
Principales prendas
Calzas
Las calzas fueron prendas de vestir que cubrían la parte inferior del cuerpo. Evolucionaron desde calzas o bragas hasta la rodilla, hasta medias o calzas desde la rodilla hasta el pie. También existían modelos más extravagantes como las calzas botargas, las calzas atacadas o los gregüescos. Estas prendas eran tanto para hombres como para mujeres.
Prendas de abrigo
Para abrigarse, se utilizaban diversos mantos y capas, hechos principalmente de lana. En los primeros siglos, se usaba la capa romana abrochada con fíbula, así como la guasapa o capa con capuchón. Posteriormente, se adoptó el albornoz de origen árabe, que era una capa cerrada hacia el pecho pero abierta y con mucho vuelo en la parte inferior. A medida que avanzaba la Edad Media, las capas y sobretodos se acortaron.
Calzado
En cuanto al calzado, se utilizaban sandalias, zuecos, borceguíes y zapatos puntiagudos. Las mujeres elegantes usaban chapines altos, que eran chanclos con suelas de corcho muy gruesas. Esta moda perduró hasta el siglo XVII.
La moda en la Edad Media estuvo influenciada por diversos factores como la religión, las invasiones y la evolución de la vestimenta romana y bizantina. La vestimenta masculina en la península ibérica se caracterizaba por el uso de túnicas superpuestas y calzas, mientras que las mujeres usaban sayas y tocados. Las prendas de abrigo eran variadas, desde capas y mantos hasta sobretodos. El calzado también era diverso, con sandalias, zuecos, borceguíes y zapatos puntiagudos. La moda medieval dejó un legado interesante en la historia de la indumentaria.
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